viernes, 24 de julio de 2009

Crimen y Castigo - Fedor Dostoievski

Por: Mariana Dávila Moreno

¿Novela psicológica o realista? ¿Es qué hay algo que separe a estos dos términos? ¿No es acaso lo que existe en nosotros, con sus dudas y vicisitudes, por ende intramental? El que 'Crimen y castigo' sea un clásico se debe a que casi a 150 años de su publicación sigue actuando como un espejo ante nosotros. Narra la historia de Rodion Raskolnikov, un ex-estudiante de leyes sumido en la miseria, el cual es arrastrado a cometer un crimen atroz que lo perseguirá durante gran parte de su vida. Sin embargo, la importancia de los hechos no radica en los hechos mismos, sino en el porqué de estos- es decir, en la conciencia (o la falta de ella)- de sus personajes.

¿Qué es justamente lo que empuja a Raskolnikov a matar si no es la pobreza o la falta de escrúpulos como uno podría presuponer? Justamente esa semilla Napoleónica que se encuentra plantada hasta en el mejor de los hombres; ese deseo de ser invencibles, esa arrogancia de suponer que lo podemos todo y más que nada, esa duda palpitante que nos empuja más allá de donde creíamos que éramos capaces de llegar. ¿El crimen de Raskolnikov? Ser el reflejo de todos los hombres pero tener más valor que la mayoría de ellos ¿Su castigo? La conciencia de su alma atormentada que seca a la semilla que después de haber sido plantada, sólo busca morir. He aquí un personajes sacado de la ficción más surrealista que se llama vida, en la cual el dolor, el miedo y la miseria no provienen de la tinta en un libro, los barrotes de acero o los desiertos de nieve sino de las traiciones del corazón, de los encarcelamientos de la mente y de las contradicciones del alma.

He aquí la crítica a una sociedad hipócrita en la cual, irónicamente, el asesino es uno de los pocos personajes puros de corazón. Tal vez esta haya sido el punto que más me ha llamado la atención del libro, ya que Raskolnikov a pesar de sus acciones no es malo. A lo largo del relato encontramos a personajes mucho más viles que el protagonista.

Es cierto que ‘Crimen y castigo’ es una novela de culpa y arrepentimiento, pero también es una novela de sacrificio, amor y amistad. Hay dentro de sus páginas, ese constante sentimiento de eterno dolor que produce la existencia, pero que siempre está acompañado de un pedazo un tanto ridículo de esperanza; como un mundo cubierto de gris en el cuál, sin embargo siempre queda un pequeño fragmento de cielo que acarrea la promesa de poder encontrar algún día, cuando menos se espere, un poco de luz.


Citas:

"Pero ¿por qué aquel encuentro tan importante para él, a la vez tan casual, que había tenido en la plaza del Mercado (donde no tenía nada que hacer), se había producido entonces a aquella hora, en aquel minuto de su vida y en tales circunstancias que todo ello había de ejercer la influencia más grave y decisiva en su destino? Era para creer que el propio destino lo había preparado todo de antemano." (Pp.65)

"La pobreza no es un vicio." (Pp. 105)

"El hombre es cobarde, y cobarde el que le reprocha esa cobardía." (Pp. 162)

"La verdad siempre se encuentra; en cambio, la vida puede enterrarse para siempre." (Pp. 205)

Teoría del hombre extraordinario: "Se divide a los hombres en dos clases: Ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios han de vivir en la obediencia y no tienen derecho a faltar a las leyes, por el simple hecho de ser ordinarios. En cambio, los individuos extraordinarios están autorizados a cometer toda clase de crímenes y violar todas las leyes, sin más razón que la de ser extraordinarios. -El hombre extraordinario tiene el derecho moral de permitir a su conciencia franquear ciertos obstáculos en el caso de que así lo exija la realización de sus ideas, tal vez beneficiosas para toda la humanidad... Todos los legisladores y guías de la humanidad, empezando por los más antiguos y terminando en Napoleón, han sido criminales, ya que al promulgar nuevas leyes violaban las antiguas, que habían sido observadas fielmente por la sociedad, y también porque esos hombres no retrocedieron ante los derramamientos de sangre (sangre inocente y a veces heroicamente derramada para defender las antiguas leyes) , por poca que fuese la utilidad que obtuvieran de ellos. Incluso puede decirse que la mayoría de esos bienhechores y guías de la humanidad han hecho correr torrentes de sangre. Mi conclusión es, en una palabra, que no sólo los grandes hombres, sino aquellos que se elevan, por poco que sea, por encima del nivel medio, y que son capaces de decir algo nuevo, son por naturaleza, e incluso inevitablemente, criminales, en un grado variable, como es natural. Si no lo fueran, les sería difícil salir de la rutina. No quieren permanecer en ella, y yo creo que no lo deben hacer.

Los hombres pueden dividirse; una inferior (individuos ordinarios) y otra superior (individuos extraordinarios). La primera categoría se compone de hombres conservadores, prudentes, que viven en la obediencia, porque ésta les encanta. Y a mí me parece que están obligados a obedecer pues éste es su papel en la vida y ellos no ven nada humillante en desempeñarlo. En la segunda categoría todos faltan a las leyes, o, por lo menos, todos tienen a violarlas por todos sus medios... los crímenes cometidos de estos últimos son relativos y diversos. En su mayoría, estos hombres reclaman, con distintas fórmulas, la destrucción del orden establecido, en provecho de un mundo mejor. Y, para conseguir el triunfo de sus ideas, pasan si es preciso sobre montones de cadáveres y ríos de sangre. Mi opinión es que pueden permitirse obrar así; pero teniendo en cuenta la clase e importancia de sus ideas... Los hombres de la primera categoría son dueños del presente, los de la segunda, del porvenir. La primera conserva el mundo, multiplicando a la humanidad; la segunda empuja al universo para conducirlo hacia sus fines. Los dos tienen razón de existir.

Son muy pocos, poquísimos los hombres capaces de encontrar una idea nueva e incluso de decir algo nuevo... El rebaño, sólo vive para dar al mundo, tras largos esfuerzos y misteriosos cruces de razas, un hombre que, entre mil, posea cierta independencia. Sólo surge un hombre de genio entre millones de individuos, y millares de millones de hombres pasan sobre la corteza terrestre antes de que aparezca una de esas inteligencias capaces de cambiar la faz del mundo." (Pp. 261-265)

"No se trata de que deban o no deban sentirlo. Sólo sufrirán en el caso de que sus víctimas les inspiren compasión. El sufrimiento y el dolor van necesariamente unidos a un gran corazón y a una elevada inteligencia. Los verdaderos grandes hombres deben de experimentar, a mi entender, una gran tristeza en este mundo." (Pp. 267)

"Uno contempla un amancer aquí o allá, o la bahía de Nápoles, o el mar, y se siente dominado por una profunda triztesa. Y lo peor es que uno expermienta una verdadera nostalgia. No, se está mejor en casa. Aquí, al menos, podemos acusar a los demás de todos los males y justificarnos a nuestros propios ojos." (Pp. 288)

"No me he arrodillado ante tí, sino ante todo el dolor humano."

"Yo no pensaba en tu deshonra ni en tus faltas, sino en tu horrible martirio." (Pp. 323)

"Lo que ahora nos parece una torpeza, entonces nos parecerá un acto inteligente, y lo que ahora se considera una corrupción, entonces será algo completamente natural. Todo depende del medio. El medio lo es todo y el hombre nada." (Pp. 369)

"Nobleza... magnanimidad... Estos conceptos no son sino absurdas estupideces, viejas frases dictadas por los prejuicios que yo rechazo. Todo lo que es útil a la humanidad es noble." (Pp. 372)

"Aunque llevaba su propia carga de miserias y horrores en el corazón Raskolnikov había defendido valientemente y con destresa la causa de Sonia ante Lujine."

"-¿Es necesario que revele que maté a Lisbeth?- Lo extraño era que, al mismo tiempo que se hacía esta pregunta, estaba convencido de que le era imposible no sólo eludir semejante confesión, sino retrasarla un solo instante. No podía explicarse la razón de ello, pero sentía que era así y sufría horriblemente al darse cuenta de que no tenía fuerzas para luchar contra esta necesidad." (Pp. 406)

"Ya que ves la estupidez de los demás, ¿por qué no buscas el modo de mostrarte más inteligente que ellos?" (Pp. 417)

"Comprendí que esperar que todo el mundo fuera inteligente suponía una gran pérdida de tiempo. Y después me convencí de que este momento no llegaría nunca, que los hombres no podían cambiar, que no estaba en manos de nadie hacerlos de otro modo. Intentarlo habría sido perder el tiempo. Sí, todo esto es verdad. Es la ley humana. Y ahora sé que quien es dueño de su voluntad posee una inteligencia poderosa, consigue fácilmente imponerse a los demás hombres; que el más osado es el que más razón tiene a los ojos ajenos; que quien desafía a los hombres y los desprecia conquista su respeto y llega a ser su legislador. Esto es lo que siempre se ha visto y lo que siempre se verá. hay que estar ciego para no advertirlo... sólo posee el poder aquel que se inclina para recogerlo." (Pp. 418)

"¿Fue a la vieja a quién maté? No, me asesiné a mí mismo, no a ella y me perdí para siempre." (Pp. 420)

"Allí estaban los dos, tristes y abatidos, como náufragos arrojados por el temporal a una costa desolada."

"Había ido a aquella casa diciéndose que Sonia era su único refugio y su única esperanza. había ido con el propósito de depositar en ella una parte de su terrible carga, y ahora que Sonia le había entregado su corazón se sentía infinitamente más desgraciado." (Pp. 422)

"Lo que quiero decir es que, si uno consigue convencer a otro, por medio de la lógica, de que no tiene motivos para llorar, no llorará. Esto es indudable. ¿Acaso usted no opina así? -Yo creo que si tuviera usted razón la vida sería demasiado fácil." (Pp.424)

"Estaba sin rumbo fijo. El sol se ponía. Desde hacía algún tiempo, Raskolnikov experimentaba una angustia completamente nueva, no aguda ni demasiado penosa, pero continua e invariable. Presentía largos y mortales años colmados de esta fría y espantosa ansiedad." (Pp. 426)

"¿Ha tenido usted tiempo de vivir lo bastante para conocer la vida?" (Pp. 457)

"Sangre, todo el mundo la ha derramado. Ha corrido siempre en oleadas sobre la tierra. Los hombres que la vierten como el agua obtienen un puesto en el Capitolio y el título de bienhechores de la humanidad. Analiza un poco las cosas antes de juzgarlas. Yo deseaba el bien de la humanidad y centenares de miles de buenas acciones habrían compensado ampliamente esta única necedad, mejor dicho, esta torpeza, pues la idea no era tan necia como ahora parece. Cuando fracasan, incluso los mejores proyectos parecen estúpidos. Yo pretendía solamente obtener la independencia, asegurar mis primeros paso en la vida. Después lo habría reparado todo con buenas acciones de gran alcance. Pero fracasé desde el primer momento, y por eso me consideran un miserable. Si hubiese triunfado me habrían tejido coronas; en cambio, ahora creen que sólo sirvo para que me echen a los perros.

Me someto a la ética, pero no comprendo en modo alguno por qué es más glorioso bombardear una ciudad sitiada que asesinar a alguien a hachazos. El respeto a la ética es el primer signo de impotencia. jamás he estado tan convencido de ello como ahora. No puedo comprender, y cada vez lo comprendo menos, cuál es mi crimen." (Pp. 514)

"Una inquietud sin finalidad en el presente y un sacrificio continuo y estéril en el porvenir: he aquí todo lo que le quedaba sobre la tierra... ¿Para qué vivir? ¿Qué provecho tenía? ¿Hacia dónde dirigir sus esfuerzos? Bien que se viviera por una idea, por una esperanza, incluso por un capricho, pero vivir simplemente no le había satisfecho jamás: siempre había querido algo más. Tal vez la violencia de sus deseos le había hecho creer tiempo atrás que eraque era uno de esos hombres que tienen más derechos que el tipo común de los mortales.

Si al menos el destino le hubiera procurado el arrepentimiento, el arrepentimiento punzante que destroza el corazón y quita el sueño, el arrepentimiento que llena el alma de terror hasta el punto de hacer desear la cuerda de la horca o las aguas profundas... Sufrir y llorar es también vivir. ¿Qué tenía mi idea- se preguntaba- para ser más estúpida que las demás ideas y teorías que circulan y luchan por imponerse sobre la tierra desde que el mundo es mundo? Basta mirar las cosas con amplitud e independencia de criterio, desprenderse de los prejuicios, para que mi plan no parezca tan extraño. ¿Por qué mi acto os ha parecido monstruoso? ¿Por qué es un crimen? ¿Qué quiere decir la palabra 'crimen'?... No pocos bienhechores de la humanidad que se adueñaron del poder en vez de heredarlo desde el principio de su carrera debieron ser entregados al suplicio. Lo que ocurre es que estos hombres consiguieron llevar a cabo sus proyectos; llegaron hasta el fin de su camino y su éxisto justificó sus actos. En cambio, yo no supe llevar a buen término mi plan... y, en verdad, esto demuestra que no tenía derecho a intentar ponerlo en práctica.

¿Tan fuerte y tan difícil de vencer era el amor a la vida?

Observaba a sus compañeros de presidio, se asombraba de ver cómo amaban la vida, cuán preciosa les parecía. Incluso creyó ver que este sentimiento era más profundo en los presos que en los hombres que gozaban de la libertad. Cuanto más observaba a aquellos hombres, más cosas inexplicables descubría.

Vivía como con la mirada en el suelo, porque le era insoportable lo que podía percibir a su alrededor."

Bibliografía: DOSTOIEVSKI, Fedor. Crimen y castigo. Editorial Juventud. Barcelona, España; 1986.

Traducción de José Fernández.




jueves, 18 de junio de 2009

Juan José Saer

"No hay, al principio, nada. Nada. El río liso, dorado, sin una sola arruga, y detrás, baja, polvorienta, en pleno sol, su barranca cayendo suave, medio comida por el agua, la isla."

Así comienza, transcurre y finaliza el libro del cual no puedo, ni debo, hacer reseña alguna por el simple hecho de que no habría nada que decir. Porque tratar de describir la escritura de Saer es tan imposible como palpar lo intangible. Además ¿qué se puede decir de una ¿novela? que no narra una historia sino una serie de momentos interminables?
Más que estar conformado por palabras, parecería que nadie nada nunca está compuesto por una serie de Polaroids, en dónde la historia que se cuenta es sólo un pretexto para el uso del lenguaje. Tanto es así, que cada fotografía de palabras puede ser leída como un algo independiente.

Puedo decir que nunca en mi vida he leído un libro así (y dudo altamenta que vuelva a hacerlo) la manera de narrar de Saer permite lo que, hasta hoy, yo creía imposible en la literatura; colocarte ahí, en el instante que narra ¿Cómo lo hace? Con un bombardeo de imágenes, interminables, una tras otra, con adjetivos, descripciones, dispuestas a través de comas en oraciones que nunca terminan.

Lo que el autor argentino escribe en Nadie Nada Nunca dista mucho de ser prosa, pues no fluye como tal y exije, al igual que la poesía (sólo la verdadera poesía),  demasiado del lector. La de Saer es una literatura sin tiempo, dispuesta en diferentes perspectivas hacia una serie de los mismos objetos (la playa, las toallas de colores, los bañeros, la isla, el cielo, el bayo amarillo, la casa blanca de baldosas, la canoa verde del Ladeado, las tiras en los zapatos de Elisa, el sudor provocado por el calor de febrero, el mes irreal), que si bien siempre son iguales, se perciben diferente desde la voz del que los mira. Sus descripciones son tan minuciosas que uno prácticamente las puede palpar. Se pinta la realidad desde la imaginación y si esto no es lo menos convencional, anti-aristotélico, e irónico dentro de los canones absurdos de la crítica literaria- y otros demonios- no sé que lo es. 

La repetición de los mismos parráfos en diferentes partes del libro dan la sensación de circularidad, en donde siempre lo que se intenta describir y de lo que se intenta hablar pasa a segundo plano después que, para llegar a su mención se ha hablado de una serie indefinible de otras objetos (tal es el caso de la isla en la cita de arriba).

En fin, es una novela que ha exijido mucho de mi tiempo y mi atención (214 páginas que me tomaron alrededor de tres meses leer). Sin embargo, a pesar de los jalones constantes de pelos, esta novela anti-novela ha valido cada instante de mi esfuerzo.

"Transcurre un instante en el que ningún instante transcurre."

viernes, 13 de marzo de 2009

La mujer rota

Libro de Simone de Beuvoir. Dividido en tres historias. Todas un tanto desgarradoras y contadas, en su mayoría, de una manera escepcional. Feministas? Tal vez. No me toca determinar ese tipo de cosas. Sólo sé que la incredibilidad de la literatura de Simone radica en su manera honesta de expresar lo que sin palabras resultaría una mera debilidad de carácter. Creo que encontré este libro en el momento que me correspondía: Cuando lo puedo entender en todos sus colores, apreciar en todo su esplendor, pero sobre todo, cuando aún me queda tanto tiempo para escapar al destino de sus proezas.

LA EDAD DE LA DISCRECIÓN
"Llamaba serenidad a esta indiferencia; repentinamente la entendí de otra manera: es una carencia, la pérdida de un sentido; eso me vuelve ciego a las necesidades, a los dolores, a las alegrías de quienes la poseen."

"Cuando uno siente interés por otro debe dar un poco de crédito a la gente que ese otro ama."

"Como en esas enfermedades en las que uno se forja su propio sufrimiento, cada inspiración desgarra los pulmones y sin embargo uno está oblidado a respirar."

"Durante un momento existió de una manera punzante, como si hubirea estado eljado de mí por una enfermedad o un exilio y lo reencontrara en esos objetos abandonados. [...] Las pantuflas, la pipa ya no me conmovían; no evocaban a un ausente querido; no eran más que una prolongación de este extranjero que vivía bajo el mismo techo que yo. Atroz contradicción de la cólera nacida del amor y que mata el amor."

"Llamar indlugencia, sabiduría, a esta inercia del corazón: es la muerte que se instala en nostros."

"Dar crédito a alguien no es un error."

"Es tan cansador detestar a alguien que se ama."

"Ver cambiar el mundo es a la vez milagroso y desolador.[...] lo desolador, cuando uno evnejece, no está en las cosas sino en uno mismo."

"Lo sentía solo a mi lado. Yo lo estaba también."

"En un sentido, ver cosas es ocioso. Es necesario que un proyecto o una pregunta nos ligue a ellas."

"La vida entre dos exige que uno decida. En la soledad, los actos se realizan sin premeditación, uno descansa."

"Preparas el golpe en el silencio, sabiendo perfectamente que cavas un abismo entre nosotros.·

"La tormenta retumbó en sus ojos: lo prefería. Su cólera sostendría la mía."

"Para ti, el amor hay que merecerlo."

"¿Qué es un adulto? Un niño inflado de edad."

"La tierra está a mi alrededor como una vasta hipótesis que ya no verifico."

"El teléfono no acerca, confirma las distancias. No se es dos como en una conversación puesto que no se ve. No se está solo como delante del papel, que permite hablarse hablándole al otro, buscar, encontrar la verdad."

"Curiosa experiencia: reanimar esos textos nacidos de mi pluma y olvidados. Por momentos me interesaban, me sorpendían como si otro los hubiera escrito; sin embargo reconocía ese vocabulario, esos cortes de frase, esos comienzos, esas elipsis, esos tics; esas páginas estaban totalmente impregnadas de mí, era una intimidad repugnante como el olor de una habitación adonde uno ha estado confinado demasiado tiempo."

"Me preguntaba cómo se logra vivir todavía cuando no se espera más nada de sí."

"Hay que esperar siempre que el azúcar se derrita, que el recuerdo se esfume, que la herida cicatrice, que el sol se oculte, que el fastidio se disipe. Extraño corte entre esos dos ritmos. Al galope mis días huyen y en cada uno de ellos languidezco."

"Aún amo demasiado la vida para que la idea de la muerte me consuele."

"No me imaginaba llamando libertad a mi soledad y aprovechando tranquilamente de cada instante."

"No puedo querer a alguien que no estimo."

"Una pareja que continúa porque comenzó, sin otra razón [...] habíamos empezad a vivir a destiempo."

“Sin embargo sentía pereza ante la idea de releerlos. Uno se acuerda a medida que hace falta, o por lo menos se hace la ilusión. La frescura primera está perdida. ¿Qué tenían para darme esos escritores que me habían hecho lo que era y ya no dejaría de ser?”

“Es cierto que la historia de la humanidad es hermosa, lástima que la de los hombres sea tan triste.”

“-¿En qué crees?
-En el sufrimiento de la gente, y que es abominable. Es necesario hacer todo lo posible para suprimirlo. A decir verdad, ninguna otra cosa me parece importante.
-Entonces, ¿por qué no la bomba, por qué no la aniquilación? Que todo salte a pedazos, que se termine.
-A veces uno se siente tentado de desearla. Pero prefiero soñar que la vida podría ser sin dolor.”

“No mirar demasiado lejos. A lo lejos estaban los horrores de la muerte y de los adioses; estaban los postizos, las ciáticas, las invalideces, la esterilidad mental, la soledad en un mundo extraño que ya no comprendemos más y que continuará su curso sin nosotros. ¿Lograré no alzar mi vista hacia esos horizontes? ¿O aprenderé a percibirlos sin espanto? Estamos juntos, esa es nuestra posibilidad. Nos ayudaremos a vivir esta última aventura de la cual no regresaremos. ¿Eso nos la volverá tolerable? No sé. Esperemos. No tenemos elección.”

MONÓLOGO:
“Cómo conservarse un cuerpo limpio en un mundo tan asqueroso uno se contamina por todos los poros de la piel.”

“La gente de los siglos pasados no me importa nada están muertos es su única superioridad sobre los vivos pero en su época ellos también eran para llorar.”

“Yo estaba hecha para otro planeta me equivoqué de destino.”

“Nunca nadie piensa en mí como si estuviera borrada del mundo. Como si no hubiera existido nunca.”

“Toda mi vida serán las dos de la tarde un martes de junio.”

“Toda esta ternura no sirve para nada.”

LA MUJER ROTA:
“La soledad de este regreso a París me atemorizaba […] El despegue me pareció dramático. Los cuatrimotores alzan vuelo lentamente, en un largo hasta la vista. El jet se arrancó del suelo con la brutalidad de un adiós.”

“Está por caer la noche pero todavía está tibio. Es uno de esos instantes conmovedores en que la tierra está tan de acuerdo con los hombres que parece imposible que no todos sean felices.”

“Qué vacío está! Evidentemente, puesto que no hay nadie dentro. Pero no, de costumbre, cuando regreso a casa reencuentro a Maurice, aun en su ausencia.”

“A cientos de kilómetros volvía a serme cercano.”

“Estaba tan decepcionada, tan desamparada durante mi permanencia en Cochin, por la fría benevolencia de los jefes de sala, por la indiferencia de los estudiantes: y en los hermosos ojos melancólicos de ese externo encontré una angustia, una rabia semejantes a las mías. Creo que lo ame desde ese instante.”

“Saber le interesa más que curar.”

“Uno concede demasiado al silencio.”

“-Si me engañaras me mataría. –Si tú me engañaras no tendría necesidad de matarme. Moriría de pena.”

“De pronto tuve ganas de llorar: no me moriría por eso, era lo más triste. A través de las brumas azules mirábamos África, a lo lejos, y las palabras que pronunciábamos no eran nada más que palabras.”

“Segura de que mi ausencia lo enternecería más que cualquier reproche; uno no puede responder con nada a la ausencia.”

“Nunca pedí para mí nada que no quisiera también para él.”

“Su ansiedad me llegó al corazón y lo escuché sin hostilidad. Seguro, es culpa suya haberme mentido, pero es preciso que yo comprenda: uno ya no se atreve a confesar, porque hay que confesar también que uno mintió. El obstáculo es aun más infranqueable para las personas como nosotros que dan tanta importancia a la sinceridad.”

“Pregunté a Isabelle si era feliz: No me planteo la pregunta, así que supongo que la respuesta es sí.”

“Un hombre al que no se ama, es difícil imaginar que basta para colmar una vida.”

“Acostarse no es solamente acostarse. Entre ellos hay esa intimidad que no pertenecía sino a mí. Al despertar, ¿la cobijará en su hombro, llamándola mi gacela, mi pájaro del bosque? ¿O le inventó otros nombres que le dice con la misma voz?”

“Fui a hacer la compra. Casi siempre vagabundeo largo rato por esa calle llena de olores, de ruidos y de sonrisas. Trato de inventarme deseos tan variados como las frutas, las verduras, los quesos, los patés, los pescados de sus canastos. En la florería compro el otoño por brazadas. Hoy mis gestos eran mecánicos. Llené apresuradamente mi bolsa. Sentimiento que no había experimentado nunca: la alegría de los demás me pesaba.”

“Cuando uno ha vivido tanto para los demás, es un poco difícil reconvertirse, vivir para sí mismo.”

“No se modifica la vida sin modificarse uno mismo.”

“Enloquezco por un suspiro suyo.”

“Espero mucho de las personas que amo, demasiado quizá. Espero y hasta pido. Pero no sé exigir.”

“En general la soledad no me aterra. Y en pequeñas dosis hasta me distiende: las presencias que me son caras me fatigan el corazón.”

“Y no sé si me hago una montaña de un montículo o si tomo una montaña por un montículo.”

“Los recuerdos más lejanos parecen siempre los más hermosos.”

“Estoy cansada de plantearme preguntas, de ignorar las respuestas.”

“E ignoro en qué estoy, contra qué tengo que luchar, si cabe luchar y por qué.”

“Era tan parecido al pasado: casi creía que el pasado iba a renacer de esa semejanza.”

“Cada vez creo que ya he tocado fondo. Y después me hundo aun más lejos en la duda y la desdicha.”

“Uno pasa en silencio molestias, irritaciones para las cuales no encuentra palabras, pero existen.”

“Llama escenas a cada una de nuestras explicaciones.”

“Siempre espero lo peor; y siempre es peor de lo que esperaba.”

“Creía saber quién era yo, quién era él: y repentinamente ya no los reconocía, ni a él ni a mí.”

“Todas las noches lo llamo; no a él; al otro, el que me amaba. Y me pregunto sino preferiría que estuviera muerto. Me decía: la muerte es el único mal irreparable; si me dejara, me curaría. La muerte era horrible porque era posible, la ruptura soportable porque no me la imaginaba. Pero de hecho, me digo que si estuviera muerto al menos sabría a quien he perdido y quien soy yo. Ya no sé más nada. Mi vida detrás de mí se ha desfondado eternamente.”

“¿Por qué ya no me quiere más? Habría que saber por qué me quiso. Uno no se plantea la cuestión. Aun si uno no es orgulloso ni narcisista, es tan extraordinario ser uno mismo, justamente uno, es tan único que parece tan natural ser único también para alguien más. Me quería, es todo. Y para siempre, ya que siempre seré yo.”

“¿Qué relación hay exactamente entre su cambio de vida y el de sus sentimientos?”

“Jamás comprendemos los amores de los otros.”

“Como vives mucho para los demás, vives también mucho a través de ellos. Pero el amor, la amistad es eso; una especie de simbiosis.”

“Uno pesa a las personas que no lo quieren cuando uno las quiere, es una cuestión de situación, no de carácter.”

“El pasado sigue tan obscuro. El futuro tan incierto.”

“Maurice me parecía soldado a mi piel; era mi marido, como Colette mi hija, de una manera irreversible: una relación que puede olvidarse, pervertirse, pero nunca anularse.”

“Le alegría; una transparencia del aire, una fluidez del tiempo, una facilidad para respirar; no pedía más.”

“A veces me asomo a esa ventana desde donde lo vi partir, un sábado por la mañana, hace una eternidad. Me decía ‘no volverá’ pero no estaba segura de ello. Era la intuición fulgurante de lo que ocurriría más tarde, de lo que ocurrió. No volvió. No él: y un día no habrá ni siquiera su simulacro a mi lado.”

“Es que no estaba sola. Estaba su presencia en mí y alrededor de mí.”

“Cuando se está tan bajo no se puede más que subir.”