Por: Mariana Dávila Moreno
¿Novela psicológica o realista? ¿Es qué hay algo que separe a estos dos términos? ¿No es acaso lo que existe en nosotros, con sus dudas y vicisitudes, por ende intramental? El que 'Crimen y castigo' sea un clásico se debe a que casi a 150 años de su publicación sigue actuando como un espejo ante nosotros. Narra la historia de Rodion Raskolnikov, un ex-estudiante de leyes sumido en la miseria, el cual es arrastrado a cometer un crimen atroz que lo perseguirá durante gran parte de su vida. Sin embargo, la importancia de los hechos no radica en los hechos mismos, sino en el porqué de estos- es decir, en la conciencia (o la falta de ella)- de sus personajes.
¿Qué es justamente lo que empuja a Raskolnikov a matar si no es la pobreza o la falta de escrúpulos como uno podría presuponer? Justamente esa semilla Napoleónica que se encuentra plantada hasta en el mejor de los hombres; ese deseo de ser invencibles, esa arrogancia de suponer que lo podemos todo y más que nada, esa duda palpitante que nos empuja más allá de donde creíamos que éramos capaces de llegar. ¿El crimen de Raskolnikov? Ser el reflejo de todos los hombres pero tener más valor que la mayoría de ellos ¿Su castigo? La conciencia de su alma atormentada que seca a la semilla que después de haber sido plantada, sólo busca morir. He aquí un personajes sacado de la ficción más surrealista que se llama vida, en la cual el dolor, el miedo y la miseria no provienen de la tinta en un libro, los barrotes de acero o los desiertos de nieve sino de las traiciones del corazón, de los encarcelamientos de la mente y de las contradicciones del alma.
He aquí la crítica a una sociedad hipócrita en la cual, irónicamente, el asesino es uno de los pocos personajes puros de corazón. Tal vez esta haya sido el punto que más me ha llamado la atención del libro, ya que Raskolnikov a pesar de sus acciones no es malo. A lo largo del relato encontramos a personajes mucho más viles que el protagonista.
Es cierto que ‘Crimen y castigo’ es una novela de culpa y arrepentimiento, pero también es una novela de sacrificio, amor y amistad. Hay dentro de sus páginas, ese constante sentimiento de eterno dolor que produce la existencia, pero que siempre está acompañado de un pedazo un tanto ridículo de esperanza; como un mundo cubierto de gris en el cuál, sin embargo siempre queda un pequeño fragmento de cielo que acarrea la promesa de poder encontrar algún día, cuando menos se espere, un poco de luz.
Citas:
"Pero ¿por qué aquel encuentro tan importante para él, a la vez tan casual, que había tenido en la plaza del Mercado (donde no tenía nada que hacer), se había producido entonces a aquella hora, en aquel minuto de su vida y en tales circunstancias que todo ello había de ejercer la influencia más grave y decisiva en su destino? Era para creer que el propio destino lo había preparado todo de antemano." (Pp.65)
"La pobreza no es un vicio." (Pp. 105)
"El hombre es cobarde, y cobarde el que le reprocha esa cobardía." (Pp. 162)
"La verdad siempre se encuentra; en cambio, la vida puede enterrarse para siempre." (Pp. 205)
Teoría del hombre extraordinario: "Se divide a los hombres en dos clases: Ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios han de vivir en la obediencia y no tienen derecho a faltar a las leyes, por el simple hecho de ser ordinarios. En cambio, los individuos extraordinarios están autorizados a cometer toda clase de crímenes y violar todas las leyes, sin más razón que la de ser extraordinarios. -El hombre extraordinario tiene el derecho moral de permitir a su conciencia franquear ciertos obstáculos en el caso de que así lo exija la realización de sus ideas, tal vez beneficiosas para toda la humanidad... Todos los legisladores y guías de la humanidad, empezando por los más antiguos y terminando en Napoleón, han sido criminales, ya que al promulgar nuevas leyes violaban las antiguas, que habían sido observadas fielmente por la sociedad, y también porque esos hombres no retrocedieron ante los derramamientos de sangre (sangre inocente y a veces heroicamente derramada para defender las antiguas leyes) , por poca que fuese la utilidad que obtuvieran de ellos. Incluso puede decirse que la mayoría de esos bienhechores y guías de la humanidad han hecho correr torrentes de sangre. Mi conclusión es, en una palabra, que no sólo los grandes hombres, sino aquellos que se elevan, por poco que sea, por encima del nivel medio, y que son capaces de decir algo nuevo, son por naturaleza, e incluso inevitablemente, criminales, en un grado variable, como es natural. Si no lo fueran, les sería difícil salir de la rutina. No quieren permanecer en ella, y yo creo que no lo deben hacer.
Los hombres pueden dividirse; una inferior (individuos ordinarios) y otra superior (individuos extraordinarios). La primera categoría se compone de hombres conservadores, prudentes, que viven en la obediencia, porque ésta les encanta. Y a mí me parece que están obligados a obedecer pues éste es su papel en la vida y ellos no ven nada humillante en desempeñarlo. En la segunda categoría todos faltan a las leyes, o, por lo menos, todos tienen a violarlas por todos sus medios... los crímenes cometidos de estos últimos son relativos y diversos. En su mayoría, estos hombres reclaman, con distintas fórmulas, la destrucción del orden establecido, en provecho de un mundo mejor. Y, para conseguir el triunfo de sus ideas, pasan si es preciso sobre montones de cadáveres y ríos de sangre. Mi opinión es que pueden permitirse obrar así; pero teniendo en cuenta la clase e importancia de sus ideas... Los hombres de la primera categoría son dueños del presente, los de la segunda, del porvenir. La primera conserva el mundo, multiplicando a la humanidad; la segunda empuja al universo para conducirlo hacia sus fines. Los dos tienen razón de existir.
Son muy pocos, poquísimos los hombres capaces de encontrar una idea nueva e incluso de decir algo nuevo... El rebaño, sólo vive para dar al mundo, tras largos esfuerzos y misteriosos cruces de razas, un hombre que, entre mil, posea cierta independencia. Sólo surge un hombre de genio entre millones de individuos, y millares de millones de hombres pasan sobre la corteza terrestre antes de que aparezca una de esas inteligencias capaces de cambiar la faz del mundo." (Pp. 261-265)
"No se trata de que deban o no deban sentirlo. Sólo sufrirán en el caso de que sus víctimas les inspiren compasión. El sufrimiento y el dolor van necesariamente unidos a un gran corazón y a una elevada inteligencia. Los verdaderos grandes hombres deben de experimentar, a mi entender, una gran tristeza en este mundo." (Pp. 267)
"Uno contempla un amancer aquí o allá, o la bahía de Nápoles, o el mar, y se siente dominado por una profunda triztesa. Y lo peor es que uno expermienta una verdadera nostalgia. No, se está mejor en casa. Aquí, al menos, podemos acusar a los demás de todos los males y justificarnos a nuestros propios ojos." (Pp. 288)
"No me he arrodillado ante tí, sino ante todo el dolor humano."
"Yo no pensaba en tu deshonra ni en tus faltas, sino en tu horrible martirio." (Pp. 323)
"Lo que ahora nos parece una torpeza, entonces nos parecerá un acto inteligente, y lo que ahora se considera una corrupción, entonces será algo completamente natural. Todo depende del medio. El medio lo es todo y el hombre nada." (Pp. 369)
"Nobleza... magnanimidad... Estos conceptos no son sino absurdas estupideces, viejas frases dictadas por los prejuicios que yo rechazo. Todo lo que es útil a la humanidad es noble." (Pp. 372)
"Aunque llevaba su propia carga de miserias y horrores en el corazón Raskolnikov había defendido valientemente y con destresa la causa de Sonia ante Lujine."
"-¿Es necesario que revele que maté a Lisbeth?- Lo extraño era que, al mismo tiempo que se hacía esta pregunta, estaba convencido de que le era imposible no sólo eludir semejante confesión, sino retrasarla un solo instante. No podía explicarse la razón de ello, pero sentía que era así y sufría horriblemente al darse cuenta de que no tenía fuerzas para luchar contra esta necesidad." (Pp. 406)
"Ya que ves la estupidez de los demás, ¿por qué no buscas el modo de mostrarte más inteligente que ellos?" (Pp. 417)
"Comprendí que esperar que todo el mundo fuera inteligente suponía una gran pérdida de tiempo. Y después me convencí de que este momento no llegaría nunca, que los hombres no podían cambiar, que no estaba en manos de nadie hacerlos de otro modo. Intentarlo habría sido perder el tiempo. Sí, todo esto es verdad. Es la ley humana. Y ahora sé que quien es dueño de su voluntad posee una inteligencia poderosa, consigue fácilmente imponerse a los demás hombres; que el más osado es el que más razón tiene a los ojos ajenos; que quien desafía a los hombres y los desprecia conquista su respeto y llega a ser su legislador. Esto es lo que siempre se ha visto y lo que siempre se verá. hay que estar ciego para no advertirlo... sólo posee el poder aquel que se inclina para recogerlo." (Pp. 418)
"¿Fue a la vieja a quién maté? No, me asesiné a mí mismo, no a ella y me perdí para siempre." (Pp. 420)
"Allí estaban los dos, tristes y abatidos, como náufragos arrojados por el temporal a una costa desolada."
"Había ido a aquella casa diciéndose que Sonia era su único refugio y su única esperanza. había ido con el propósito de depositar en ella una parte de su terrible carga, y ahora que Sonia le había entregado su corazón se sentía infinitamente más desgraciado." (Pp. 422)
"Lo que quiero decir es que, si uno consigue convencer a otro, por medio de la lógica, de que no tiene motivos para llorar, no llorará. Esto es indudable. ¿Acaso usted no opina así? -Yo creo que si tuviera usted razón la vida sería demasiado fácil." (Pp.424)
"Estaba sin rumbo fijo. El sol se ponía. Desde hacía algún tiempo, Raskolnikov experimentaba una angustia completamente nueva, no aguda ni demasiado penosa, pero continua e invariable. Presentía largos y mortales años colmados de esta fría y espantosa ansiedad." (Pp. 426)
"¿Ha tenido usted tiempo de vivir lo bastante para conocer la vida?" (Pp. 457)
"Sangre, todo el mundo la ha derramado. Ha corrido siempre en oleadas sobre la tierra. Los hombres que la vierten como el agua obtienen un puesto en el Capitolio y el título de bienhechores de la humanidad. Analiza un poco las cosas antes de juzgarlas. Yo deseaba el bien de la humanidad y centenares de miles de buenas acciones habrían compensado ampliamente esta única necedad, mejor dicho, esta torpeza, pues la idea no era tan necia como ahora parece. Cuando fracasan, incluso los mejores proyectos parecen estúpidos. Yo pretendía solamente obtener la independencia, asegurar mis primeros paso en la vida. Después lo habría reparado todo con buenas acciones de gran alcance. Pero fracasé desde el primer momento, y por eso me consideran un miserable. Si hubiese triunfado me habrían tejido coronas; en cambio, ahora creen que sólo sirvo para que me echen a los perros.
Me someto a la ética, pero no comprendo en modo alguno por qué es más glorioso bombardear una ciudad sitiada que asesinar a alguien a hachazos. El respeto a la ética es el primer signo de impotencia. jamás he estado tan convencido de ello como ahora. No puedo comprender, y cada vez lo comprendo menos, cuál es mi crimen." (Pp. 514)
"Una inquietud sin finalidad en el presente y un sacrificio continuo y estéril en el porvenir: he aquí todo lo que le quedaba sobre la tierra... ¿Para qué vivir? ¿Qué provecho tenía? ¿Hacia dónde dirigir sus esfuerzos? Bien que se viviera por una idea, por una esperanza, incluso por un capricho, pero vivir simplemente no le había satisfecho jamás: siempre había querido algo más. Tal vez la violencia de sus deseos le había hecho creer tiempo atrás que eraque era uno de esos hombres que tienen más derechos que el tipo común de los mortales.
Si al menos el destino le hubiera procurado el arrepentimiento, el arrepentimiento punzante que destroza el corazón y quita el sueño, el arrepentimiento que llena el alma de terror hasta el punto de hacer desear la cuerda de la horca o las aguas profundas... Sufrir y llorar es también vivir. ¿Qué tenía mi idea- se preguntaba- para ser más estúpida que las demás ideas y teorías que circulan y luchan por imponerse sobre la tierra desde que el mundo es mundo? Basta mirar las cosas con amplitud e independencia de criterio, desprenderse de los prejuicios, para que mi plan no parezca tan extraño. ¿Por qué mi acto os ha parecido monstruoso? ¿Por qué es un crimen? ¿Qué quiere decir la palabra 'crimen'?... No pocos bienhechores de la humanidad que se adueñaron del poder en vez de heredarlo desde el principio de su carrera debieron ser entregados al suplicio. Lo que ocurre es que estos hombres consiguieron llevar a cabo sus proyectos; llegaron hasta el fin de su camino y su éxisto justificó sus actos. En cambio, yo no supe llevar a buen término mi plan... y, en verdad, esto demuestra que no tenía derecho a intentar ponerlo en práctica.
¿Tan fuerte y tan difícil de vencer era el amor a la vida?
Observaba a sus compañeros de presidio, se asombraba de ver cómo amaban la vida, cuán preciosa les parecía. Incluso creyó ver que este sentimiento era más profundo en los presos que en los hombres que gozaban de la libertad. Cuanto más observaba a aquellos hombres, más cosas inexplicables descubría.
Vivía como con la mirada en el suelo, porque le era insoportable lo que podía percibir a su alrededor."
Bibliografía: DOSTOIEVSKI, Fedor. Crimen y castigo. Editorial Juventud. Barcelona, España; 1986.
Traducción de José Fernández.