viernes, 13 de marzo de 2009

La mujer rota

Libro de Simone de Beuvoir. Dividido en tres historias. Todas un tanto desgarradoras y contadas, en su mayoría, de una manera escepcional. Feministas? Tal vez. No me toca determinar ese tipo de cosas. Sólo sé que la incredibilidad de la literatura de Simone radica en su manera honesta de expresar lo que sin palabras resultaría una mera debilidad de carácter. Creo que encontré este libro en el momento que me correspondía: Cuando lo puedo entender en todos sus colores, apreciar en todo su esplendor, pero sobre todo, cuando aún me queda tanto tiempo para escapar al destino de sus proezas.

LA EDAD DE LA DISCRECIÓN
"Llamaba serenidad a esta indiferencia; repentinamente la entendí de otra manera: es una carencia, la pérdida de un sentido; eso me vuelve ciego a las necesidades, a los dolores, a las alegrías de quienes la poseen."

"Cuando uno siente interés por otro debe dar un poco de crédito a la gente que ese otro ama."

"Como en esas enfermedades en las que uno se forja su propio sufrimiento, cada inspiración desgarra los pulmones y sin embargo uno está oblidado a respirar."

"Durante un momento existió de una manera punzante, como si hubirea estado eljado de mí por una enfermedad o un exilio y lo reencontrara en esos objetos abandonados. [...] Las pantuflas, la pipa ya no me conmovían; no evocaban a un ausente querido; no eran más que una prolongación de este extranjero que vivía bajo el mismo techo que yo. Atroz contradicción de la cólera nacida del amor y que mata el amor."

"Llamar indlugencia, sabiduría, a esta inercia del corazón: es la muerte que se instala en nostros."

"Dar crédito a alguien no es un error."

"Es tan cansador detestar a alguien que se ama."

"Ver cambiar el mundo es a la vez milagroso y desolador.[...] lo desolador, cuando uno evnejece, no está en las cosas sino en uno mismo."

"Lo sentía solo a mi lado. Yo lo estaba también."

"En un sentido, ver cosas es ocioso. Es necesario que un proyecto o una pregunta nos ligue a ellas."

"La vida entre dos exige que uno decida. En la soledad, los actos se realizan sin premeditación, uno descansa."

"Preparas el golpe en el silencio, sabiendo perfectamente que cavas un abismo entre nosotros.·

"La tormenta retumbó en sus ojos: lo prefería. Su cólera sostendría la mía."

"Para ti, el amor hay que merecerlo."

"¿Qué es un adulto? Un niño inflado de edad."

"La tierra está a mi alrededor como una vasta hipótesis que ya no verifico."

"El teléfono no acerca, confirma las distancias. No se es dos como en una conversación puesto que no se ve. No se está solo como delante del papel, que permite hablarse hablándole al otro, buscar, encontrar la verdad."

"Curiosa experiencia: reanimar esos textos nacidos de mi pluma y olvidados. Por momentos me interesaban, me sorpendían como si otro los hubiera escrito; sin embargo reconocía ese vocabulario, esos cortes de frase, esos comienzos, esas elipsis, esos tics; esas páginas estaban totalmente impregnadas de mí, era una intimidad repugnante como el olor de una habitación adonde uno ha estado confinado demasiado tiempo."

"Me preguntaba cómo se logra vivir todavía cuando no se espera más nada de sí."

"Hay que esperar siempre que el azúcar se derrita, que el recuerdo se esfume, que la herida cicatrice, que el sol se oculte, que el fastidio se disipe. Extraño corte entre esos dos ritmos. Al galope mis días huyen y en cada uno de ellos languidezco."

"Aún amo demasiado la vida para que la idea de la muerte me consuele."

"No me imaginaba llamando libertad a mi soledad y aprovechando tranquilamente de cada instante."

"No puedo querer a alguien que no estimo."

"Una pareja que continúa porque comenzó, sin otra razón [...] habíamos empezad a vivir a destiempo."

“Sin embargo sentía pereza ante la idea de releerlos. Uno se acuerda a medida que hace falta, o por lo menos se hace la ilusión. La frescura primera está perdida. ¿Qué tenían para darme esos escritores que me habían hecho lo que era y ya no dejaría de ser?”

“Es cierto que la historia de la humanidad es hermosa, lástima que la de los hombres sea tan triste.”

“-¿En qué crees?
-En el sufrimiento de la gente, y que es abominable. Es necesario hacer todo lo posible para suprimirlo. A decir verdad, ninguna otra cosa me parece importante.
-Entonces, ¿por qué no la bomba, por qué no la aniquilación? Que todo salte a pedazos, que se termine.
-A veces uno se siente tentado de desearla. Pero prefiero soñar que la vida podría ser sin dolor.”

“No mirar demasiado lejos. A lo lejos estaban los horrores de la muerte y de los adioses; estaban los postizos, las ciáticas, las invalideces, la esterilidad mental, la soledad en un mundo extraño que ya no comprendemos más y que continuará su curso sin nosotros. ¿Lograré no alzar mi vista hacia esos horizontes? ¿O aprenderé a percibirlos sin espanto? Estamos juntos, esa es nuestra posibilidad. Nos ayudaremos a vivir esta última aventura de la cual no regresaremos. ¿Eso nos la volverá tolerable? No sé. Esperemos. No tenemos elección.”

MONÓLOGO:
“Cómo conservarse un cuerpo limpio en un mundo tan asqueroso uno se contamina por todos los poros de la piel.”

“La gente de los siglos pasados no me importa nada están muertos es su única superioridad sobre los vivos pero en su época ellos también eran para llorar.”

“Yo estaba hecha para otro planeta me equivoqué de destino.”

“Nunca nadie piensa en mí como si estuviera borrada del mundo. Como si no hubiera existido nunca.”

“Toda mi vida serán las dos de la tarde un martes de junio.”

“Toda esta ternura no sirve para nada.”

LA MUJER ROTA:
“La soledad de este regreso a París me atemorizaba […] El despegue me pareció dramático. Los cuatrimotores alzan vuelo lentamente, en un largo hasta la vista. El jet se arrancó del suelo con la brutalidad de un adiós.”

“Está por caer la noche pero todavía está tibio. Es uno de esos instantes conmovedores en que la tierra está tan de acuerdo con los hombres que parece imposible que no todos sean felices.”

“Qué vacío está! Evidentemente, puesto que no hay nadie dentro. Pero no, de costumbre, cuando regreso a casa reencuentro a Maurice, aun en su ausencia.”

“A cientos de kilómetros volvía a serme cercano.”

“Estaba tan decepcionada, tan desamparada durante mi permanencia en Cochin, por la fría benevolencia de los jefes de sala, por la indiferencia de los estudiantes: y en los hermosos ojos melancólicos de ese externo encontré una angustia, una rabia semejantes a las mías. Creo que lo ame desde ese instante.”

“Saber le interesa más que curar.”

“Uno concede demasiado al silencio.”

“-Si me engañaras me mataría. –Si tú me engañaras no tendría necesidad de matarme. Moriría de pena.”

“De pronto tuve ganas de llorar: no me moriría por eso, era lo más triste. A través de las brumas azules mirábamos África, a lo lejos, y las palabras que pronunciábamos no eran nada más que palabras.”

“Segura de que mi ausencia lo enternecería más que cualquier reproche; uno no puede responder con nada a la ausencia.”

“Nunca pedí para mí nada que no quisiera también para él.”

“Su ansiedad me llegó al corazón y lo escuché sin hostilidad. Seguro, es culpa suya haberme mentido, pero es preciso que yo comprenda: uno ya no se atreve a confesar, porque hay que confesar también que uno mintió. El obstáculo es aun más infranqueable para las personas como nosotros que dan tanta importancia a la sinceridad.”

“Pregunté a Isabelle si era feliz: No me planteo la pregunta, así que supongo que la respuesta es sí.”

“Un hombre al que no se ama, es difícil imaginar que basta para colmar una vida.”

“Acostarse no es solamente acostarse. Entre ellos hay esa intimidad que no pertenecía sino a mí. Al despertar, ¿la cobijará en su hombro, llamándola mi gacela, mi pájaro del bosque? ¿O le inventó otros nombres que le dice con la misma voz?”

“Fui a hacer la compra. Casi siempre vagabundeo largo rato por esa calle llena de olores, de ruidos y de sonrisas. Trato de inventarme deseos tan variados como las frutas, las verduras, los quesos, los patés, los pescados de sus canastos. En la florería compro el otoño por brazadas. Hoy mis gestos eran mecánicos. Llené apresuradamente mi bolsa. Sentimiento que no había experimentado nunca: la alegría de los demás me pesaba.”

“Cuando uno ha vivido tanto para los demás, es un poco difícil reconvertirse, vivir para sí mismo.”

“No se modifica la vida sin modificarse uno mismo.”

“Enloquezco por un suspiro suyo.”

“Espero mucho de las personas que amo, demasiado quizá. Espero y hasta pido. Pero no sé exigir.”

“En general la soledad no me aterra. Y en pequeñas dosis hasta me distiende: las presencias que me son caras me fatigan el corazón.”

“Y no sé si me hago una montaña de un montículo o si tomo una montaña por un montículo.”

“Los recuerdos más lejanos parecen siempre los más hermosos.”

“Estoy cansada de plantearme preguntas, de ignorar las respuestas.”

“E ignoro en qué estoy, contra qué tengo que luchar, si cabe luchar y por qué.”

“Era tan parecido al pasado: casi creía que el pasado iba a renacer de esa semejanza.”

“Cada vez creo que ya he tocado fondo. Y después me hundo aun más lejos en la duda y la desdicha.”

“Uno pasa en silencio molestias, irritaciones para las cuales no encuentra palabras, pero existen.”

“Llama escenas a cada una de nuestras explicaciones.”

“Siempre espero lo peor; y siempre es peor de lo que esperaba.”

“Creía saber quién era yo, quién era él: y repentinamente ya no los reconocía, ni a él ni a mí.”

“Todas las noches lo llamo; no a él; al otro, el que me amaba. Y me pregunto sino preferiría que estuviera muerto. Me decía: la muerte es el único mal irreparable; si me dejara, me curaría. La muerte era horrible porque era posible, la ruptura soportable porque no me la imaginaba. Pero de hecho, me digo que si estuviera muerto al menos sabría a quien he perdido y quien soy yo. Ya no sé más nada. Mi vida detrás de mí se ha desfondado eternamente.”

“¿Por qué ya no me quiere más? Habría que saber por qué me quiso. Uno no se plantea la cuestión. Aun si uno no es orgulloso ni narcisista, es tan extraordinario ser uno mismo, justamente uno, es tan único que parece tan natural ser único también para alguien más. Me quería, es todo. Y para siempre, ya que siempre seré yo.”

“¿Qué relación hay exactamente entre su cambio de vida y el de sus sentimientos?”

“Jamás comprendemos los amores de los otros.”

“Como vives mucho para los demás, vives también mucho a través de ellos. Pero el amor, la amistad es eso; una especie de simbiosis.”

“Uno pesa a las personas que no lo quieren cuando uno las quiere, es una cuestión de situación, no de carácter.”

“El pasado sigue tan obscuro. El futuro tan incierto.”

“Maurice me parecía soldado a mi piel; era mi marido, como Colette mi hija, de una manera irreversible: una relación que puede olvidarse, pervertirse, pero nunca anularse.”

“Le alegría; una transparencia del aire, una fluidez del tiempo, una facilidad para respirar; no pedía más.”

“A veces me asomo a esa ventana desde donde lo vi partir, un sábado por la mañana, hace una eternidad. Me decía ‘no volverá’ pero no estaba segura de ello. Era la intuición fulgurante de lo que ocurriría más tarde, de lo que ocurrió. No volvió. No él: y un día no habrá ni siquiera su simulacro a mi lado.”

“Es que no estaba sola. Estaba su presencia en mí y alrededor de mí.”

“Cuando se está tan bajo no se puede más que subir.”

1 comentario:

la burbuja gris dijo...

lo que me asustaba más era ver en cada una de ellas, a mi persona. eran mis antagonistas y eran yo.


ahorita tengo el segundo sexo a la mitad ... jajaja que raro suena eso